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“El modo de alimentarse y el ambiente en que se come influye profundamente en cómo asimila el alimento el cuerpo. La forma cómo lleva la familia los asuntos de control, los conflictos y todas las emociones relacionadas con éstos suele hacerse evidente alrededor de la mesa en las comidas. De hecho, lo que ocurre en la mesa es una metáfora de la dinámica que impera en el sistema familiar”. – Dra. C. Northrup –
“Es importante comer sentado ya que es una manera de estar presente en la comida, de comer con más lentitud y disfrutar totalmente de la comida.
Nos faltamos el respeto, a nosotros mismos y a nuestras necesidades más profundas, si regularmente nos tragamos la comida deprisa y corriendo. Cuando no nos tomamos el tiempo necesario para saborear la comida o asimilarla tan bien como podríamos, solemos sentirnos tentados a comer más, para
llenar ese ‘vacío de nutrición’ que produce eso.
Cuando comer deprisa y corriendo se transforma en un hábito, no ha de extrañarnos que el cuerpo pida más; rara vez tiene la experiencia de ser nutrido totalmente.
Los alimentos comidos lentamente y bien masticados se digieren de un modo diferente y más eficiente que los que sólo se engullen. La comida digerida parcialmente obliga al cuerpo a reaccionar con procesos metabólicos no tan sanos como podrían ser si se masticara bien.” – Dra. C. Northrup –