Indice del post
“El funcionamiento del sistema inmunitario de una persona está inextricablemente relacionado con su estado anímico y su comportamiento. Los cambios en los niveles de neuropéptidos (las moléculas que fabrica el cerebro que piensa y siente) afectan a la función inmunitaria.
Intentar librar de microorganismos el ambiente es un riesgo para la salud. Esto se debe a que el desarrollo óptimo del sistema inmunitario depende de la exposición a una sana mezcla de bacterias, tanto del interior como del exterior del cuerpo.
Dar antibiótico hace proliferar hongos y mohos en los intestinos.
Vivir en un ambiente demasiado ‘limpio’ podría tener por consecuencia un sistema inmunitario más débil. Lo esencial para un sistema inmunitario sano y la longevidad es que haya copiosas cantidades de esperanza y felicidad e insignificantes cantidades de desesperanza, desesperación e impotencia. El estrés psíquico de todo tipo deprime la función inmunitaria y lleva a una mayor frecuencia de enfermedades, en particular infecciones.”